Jean Jaurès, “una exigencia moral e intelectual”

Jean Jaurès, “una exigencia moral e intelectual”

“¡Guerra a guerra!” 1912-1914. Obras de Jean Jaurès, volumen 15”, edición realizada por Marion Fontaine y Christophe Prochasson, Fayard, 668 p., 35 €, digital 34 €.

decimoséptimo volumen de Obras de Jean Jaurès (1859-1914) –aunque lleva el número 15, los volúmenes 16 y 17, ya publicados, siendo volúmenes temáticos que escapan a toda clasificación cronológica–, ¡Guerra a guerra!que recorre los últimos años del intelectual y político, punta de lanza y emblema del socialismo francés, cierra una de las empresas editoriales más importantes de principios del siglo XXImi siglo, iniciado hace veintitrés años por los historiadores Madeleine Rebérioux (1920-2005) y Gilles Candar, bajo los auspicios de la Sociedad de Estudios Jauresianos. Responsables de este último volumen, Marion Fontaine, profesora universitaria de Sciences Po, y Christophe Prochasson, director de estudios de la Escuela de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales, elaboran un primer balance.

Estas “Obras”, por muy pletóricas que sean, no se presentan completas. ¿Era imposible lograr la integridad?

Marion Fontaine: No, pero no habría tenido mucho sentido buscarlo. Debemos darnos cuenta de que, si realmente reuniésemos todos los escritos de Jaurès, llenarían ochenta volúmenes… Escribía varios artículos al día, sin mencionar discursos. Se estaba repitiendo necesariamente. Se trata, si se quiere, de “obras escogidas”, con un elemento de subjetividad, pero que aún así nos permiten arrojar luz sobre todo su recorrido, ofreciendo una visión general de sus temas, sus principios, sus posiciones sobre los acontecimientos y las luchas políticas. .

Christophe Prochasson: Hay que subrayar que Jean Jaurès no es, ante todo, un teórico. Fuera de El Nuevo Ejército (1911; Obrasvolumen 13, Fayard, 2012), su libro más teórico, su forma natural de expresión es el artículo, en periódicos y revistas. Su obra tiene una forma fragmentada, que se delata un poco dándole un aspecto libresco. Sólo que esto también nos permite ver cómo se construyen nuestros pensamientos, a través de una dialéctica entre principios y realidad que tiene en cuenta especialmente el equilibrio de poder. No busca construir una gran maquinaria intelectual, sino poner su pensamiento al servicio de la realidad social y política concreta.

Se nota en la introducción que demuestra un conocimiento muy completo de los temas que aborda. ¿Qué lugar ocupa la investigación en su concepción de la política?

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