Los defensores del medio ambiente estaban furiosos porque Joe Biden permitió que el proyecto petrolero Willow, Alaska, comenzara en el invierno de 2023 y luego completara un oleoducto a través de las Montañas Apalaches. A nueve meses de las elecciones presidenciales, les promete compromisos sobre otro tema: proyectos para exportar gas natural licuado del Golfo de México. Las autorizaciones de nuevas terminales quedan congeladas hasta nuevo aviso.
El principal objetivo es el gigantesco proyecto Calcasieu 2, en Luisiana, que se convertiría, por 10.000 millones de dólares (9.210 millones de euros), en la primera terminal de Estados Unidos. Alemania había firmado un acuerdo de suministro de veinte años vinculado a Calcasieu 2. “Mi administración está haciendo una pausa en las decisiones pendientes sobre nuevas exportaciones de gas natural licuado. Durante el receso, analizamos de cerca los impactos de las exportaciones en los costos, la seguridad energética y el cambio climático: la amenaza existencial de nuestro tiempo. Estamos comprometidos a hacer las cosas biendeclaró Joe Biden, el viernes 26 de enero. Mientras que los republicanos del MAGA (Make America Great Again, eslogan de Donald Trump) A pesar de negar la urgencia de la crisis climática, condenando al pueblo estadounidense a un futuro peligroso, mi administración no será complaciente. »
Los activistas ambientales celebraron la decisión el viernes y cancelaron una protesta planificada del 6 al 8 de febrero frente al Departamento de Energía en Washington para exigir el cese de nuevas aprobaciones de GNL.. “Decidimos cancelar el plantón porque la administración accedió a nuestro pedido”dijo a Bloomberg Roishetta Ozane, una activista de Luisiana que se opone a Calcasieu 2. Tiempos financieros, Las siete terminales operativas, principalmente en Texas y Luisiana, pueden producir hasta 87 millones de toneladas al año, suficiente para satisfacer las necesidades combinadas de gas de Alemania y Francia.
“Una victoria para Rusia”
Otros cinco proyectos ya aprobados y en construcción agregarán otros 63 millones de toneladas de capacidad por año. Otros diecisiete proyectos están a la espera de permisos y, por tanto, deberían verse afectados por la decisión del presidente demócrata. “Biden quiere tener a su lado a jóvenes que se preocupan sobre todo por el clima. Estaban enojados por su estúpida aprobación del proyecto petrolero Willow”.dijo el activista climático Bill McKibben, citado por la agencia AP.
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