Agarrando su bolso, Dominique, una mujer menuda de 73 años, se cuela entre las llegadas. El jueves 11 de enero, en la Maison de la Mutualité, en París, fue invitada a las 10 horas a la reunión de accionistas del grupo Casino, séptimo y último grupo de déficits convocado a votar sobre el plan de salvaguardia de un grupo en gran dificultad financiera . Lugar “para tener más información”, Dominique aún no sabe si lo hará “votar a favor o en contra” llegando. Pero de una cosa está segura: “No voy a recibir nada a cambio”, Ella susurró. Cualquiera que sea el resultado de esta votación, los accionistas actuales quedarán muy diluidos: sólo tendrán el 0,3%.
Porque esta votación formal, además del aplastamiento de la deuda, ratifica el sacrificio de los accionistas (entre ellos Jean-Charles Naouri, propietario y presidente del Casino, que pasa del 51% del capital a casi nada). El resultado de la votación se conocerá el viernes 12 de enero, antes de la apertura de la Bolsa de París, pero eso no cambiará nada.
Posteriormente, una vista ante el tribunal de comercio el 5 de febrero y el final del procedimiento de salvaguardia acelerado el 25 de febrero conducirán a la adquisición definitiva de la empresa por parte del consorcio de adquisiciones liderado por el empresario checo Daniel Kretinsky y el multimillonario Marc Ladreit. de Lacharrière y el fondo británico Attestor.
“Comercializador de Bolsa desde hace treinta años”Dominique sabe que“Con el mercado de valores hay riesgos”. Y está especialmente enfadada con Nicolas Miguet –el editor de prensa objeto de una investigación preliminar por sospecha de manipulación de la cotización–, siguiendo cuyo consejo compró hace tres años mil acciones por unos 30 euros (el precio cerró el jueves a 0,57 euros). ). Tampoco perdona al señor Naouri, quien, según ella, “No dije que estaba empeorando cada vez más”.
Él también estuvo ausente, pero representado por su director financiero, David Lubek, durante esta reunión organizada y presidida por los administradores judiciales. El consorcio absorbido estuvo representado en particular por Philippe Palazzi, como futuro director general del grupo.
Como si anunciaran la muerte de un ser querido
Un poco como si anunciaran a su familia la muerte de un ser querido, cada uno se preocupó de sopesar sus palabras en cada una de sus intervenciones ante los 75 accionistas individuales que, como Dominique, se habían registrado, de un total de 150 registrados.
“Entiendo el enfado y la decepción”, “Comparto la decepción de los accionistas”“ encuentro doloroso y sensible para muchos de vosotros. Somos conscientes de ello”… “Este es un plan de rescate, pero estamos hablando de la quiebra de un grupo y los accionistas están en primera línea”Hizo que M entendierami Hélène Bourbouloux, una de las administradoras judiciales. “No es una junta general como siempre”una M agregadami Aurélia Perderau, su consumidora.
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